Nuevas acciones en Salta para favorecer el acceso a la salud sexual y reproductiva, la toma de decisiones informadas y la vida libre de violencias.
A las mujeres y a las niñas de las comunidades indígenas les corresponden los mismos derechos que al resto de las personas que habitan la Argentina. Decirlo así parece una obviedad, pero no lo es: también en materia de derechos sexuales y reproductivos, así como en la prevención y protección de las violencias contra las mujeres, enfrentan diversas barreras que dificultan su acceso a los derechos. Ante esta realidad una nueva alianza entre Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) puso manos a la obra para fortalecer el acceso a la salud sexual y reproductiva, así como a la prevención y protección de las violencias contra las mujeres, niñas y adolescentes de comunidades indígenas en el Gran Chaco Salteño y se desarrollaron actividades en Tartagal, Departamento General San Martín, Santa Victoria Este y Departamento Rivadavia.
La alianza CDD-UNFPA comenzó a trabajar en este proyecto en el mes de septiembre de 2024. Se comenzó por el desarrollo de una consulta previa en las localidades salteñas de Tartagal y Santa Victoria Este sobre salud intercultural, derechos sexuales y reproductivos, y violencias -de acuerdo al Convenio 169- para identificar estas problemáticas en la población indígena. Como se recordará, el proceso de consulta previa, libre e informada es un dispositivo democrático y de participación pública de las comunidades indígenas, basado en el reconocimiento de derechos tales como la diversidad étnica y cultural. Este derecho a la consulta se basa en el marco jurídico nacional e internacional, la participación social, la promoción del desarrollo sustentable y el reconocimiento pleno de los derechos de los pueblos indígenas (Artículo 75 Inc. 17 de la Constitución Nacional; Convenio Nº 169 de la OIT, aprobado por Ley Nº 24.071)
En base a esta consulta se llevaron adelante talleres presenciales dirigidos a lideresas y promotoras indígenas. También se promovió el liderazgo de jóvenes y niñas indígenas y el fortalecimiento de sus capacidades para tomar decisiones informadas, proyectar una vida libre de violencias (incluyendo la prevención de las uniones tempranas), y ampliar el acceso a la salud sexual y reproductiva. Por último, se desarrollaron materiales sobre educación sexual integral con identidad indígena en lenguas originarias, y se compartió la cartilla “A qué edad puedo”, material elaborado por CDD y UNFPA.
El trabajo en taller con niñas, adolescentes y mujeres de las comunidades permitió no sólo reconocer y caracterizar situaciones, necesidades, preocupaciones, sino también fortalecer capacidades para el abordaje, la formulación de demandas y su visibilización. Las participantes destacaron la importancia de ese espacio para hablar de temas que por lo general no hablan, para recibir información veraz y actualizada, y para compartir puntos de vista, construir acuerdos y proyectar.
A partir de los resultados obtenidos en la consulta se pudieron plantear lineamientos para fortalecer la formación a equipos de salud, áreas de género locales y equipos de organizaciones de la sociedad civil que trabajan estas temáticas en la zona con enfoque intercultural.
Es públicamente conocido el avanzado marco normativo argentino en materia de derechos sexuales y reproductivos, así como en la prevención y protección de las violencias contra las mujeres. Sin embargo, las mujeres y niñas de las comunidades indígenas del país enfrentan barreras que dificultan su acceso a los derechos reconocidos por la legislación nacional y provincial. Para poder garantizar el acceso es necesario adoptar enfoques que integren una perspectiva de derechos humanos e intercultural, y fortalecer las capacidades de las mujeres, adolescentes y diversidades sexogenéricas que habitan en estos territorios. Ese es el compromiso de CDD en todas las instancias que globalmente denomina rodando derechos y que en este caso en particular ha puesto el foco en el buen vivir de las comunidades indígenas del Gran Chaco Salteño.
Esta iniciativa contó además con el apoyo y la colaboración de la Secretaría de las Mujeres, Géneros y Diversidad, la Secretaría de Relaciones Institucionales e Internacionales de la Provincia de Salta, los municipios de Tartagal y Santa Victoria Este y la Fundación III Milenio- Salta.