18 años de despenalización: Celebrando el legado y el futuro del aborto legal en la Ciudad de México

 

La despenalización del aborto en la Ciudad de México marcó un antes y un después en las luchas feministas en toda América Latina y el Caribe. A 18 años de aquel hito, feministas de toda la región se reunieron para celebrar los logros alcanzados, reconocer los avances construidos colectivamente y fortalecer su compromiso ante los desafíos que aún persisten en la lucha por nuestros derechos.

La emoción fue compartida. Abrazos, anécdotas, estrategias y una convicción intacta: que el aborto legal es una causa colectiva, y que su conquista –en México, en Argentina, en toda la región– ha sido posible gracias a una trama de luchas sostenidas, muchas veces invisibles, pero profundamente tejidas.

Durante el encuentro de celebración que se llevó a cabo el 24 de abril en la Ciudad de México, la directora ejecutiva de CDD Argentina tomó la palabra para celebrar la fecha y reforzar los lazos que unen a los feminismos latinoamericanos desde hace décadas. “Esa noticia que llegó en 2007, en letras rojas y tamaño mínimo, nos hizo saber que nuestras hijas no iban a tener que esperar una vida entera para decidir sobre sus cuerpos”, recordó. Y también agradeció el camino recorrido junto a las pioneras mexicanas que compartieron herramientas, experiencias y militancia con generosidad.

“Aunque no nos vean, la telaraña verde recorre todo el país”, se dijo desde el escenario, reafirmando la persistencia de los feminismos frente a gobiernos que buscan disciplinar, silenciar o retroceder derechos.

El aniversario, en medio de un contexto adverso para los derechos humanos y sociales, fue también una oportunidad para señalar la urgencia de seguir organizadas. Frente a los discursos de odio y a los intentos de volver a criminalizar el aborto en varios países, las voces presentes reivindicaron el carácter estratégico de los feminismos como movimiento político.

Las alianzas entre compañeras mexicanas y argentinas —históricas y nuevas— muestran, 18 años después de aquel hito, que la magia y la mafia feminista siguen intactas. Y que la lucha, lejos de agotarse, encuentra nuevas formas para seguir dando batalla.