La marea verde volvió a avanzar por la legalización del aborto. Durante mucho tiempo caminamos juntes para llegar a este día: finalmente, el Poder Ejecutivo envió su proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) para que sea tratado en el Congreso de la Nación. La iniciativa se suma al proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que tiene como base un proceso reflexivo y de construcción de consensos colectivos. La voluntad política del actual gobierno es también un resultado de esos diálogos, estrategias y alianzas feministas construidos por más de 15 años por este movimiento feminista, de mujeres y colectivos LGBTIQ+ sobre una de sus grandes demandas históricas.

Llegamos nuevamente a las puertas del Congreso para hacer historia y abrir, una vez más, camino a la democracia, al ejercicio pleno de la autonomía de los cuerpos gestantes, en defensa de la salud y la vida de miles de personas en nuestro país.

El ímpetu de toda la marea verde late en las calles. Todavía resuenan las voces de quienes por años nos hemos visto convocadas e interpeladas a cambiarlo todo. Al silencio no volvemos nunca más, dijimos. Y en ese grito colectivo e intergeneracional convertimos el pañuelo verde en mucho más que un símbolo por la legalización del aborto: es una condensación del poder de sabernos juntas y hermanadas por nuestros derechos.

En ese camino reconocemos la gesta heroica de nuestras compañeras históricas, que contra viento y marea abrieron un camino para que ahora todxs podamos avanzar. Todo un país, toda una región, el mundo entero nos mira y espera junto a nosotras que el aborto sea legal. Por las compañeras históricas que se animaron a salir a las plazas con el pañuelo verde por primera vez; por las pibas que ahora lo llevan a todas partes como insignia de un movimiento que habla de libertad y justicia; por las que sostienen el activismo de la Campaña cotidianamente; por las que marcharon y reclamaron año tras año por nuestros derechos; por las que acompañaron a otras en su decisión, respetando las palabras y los silencios; por quienes fueron criminalizadas; por quienes abortaron en soledad; por quienes perdieron su vida en abortos inseguros; por las pibas que tejen otro futuro posible, por todas ellas, este 2020 será ley.

Desde Católicas por el Derecho a Decidir estamos profundamente emocionadas ante la historia que estamos escribiendo: el aborto será legal en Argentina y ese será el comienzo de un proceso histórico trascendental, una bisagra en la vida de todas las mujeres, lesbianas, varones trans e identidades no binaries con capacidad de gestar. Queda mucho trabajo por delante. Pero ahora celebramos a esta marea verde que es movimiento y construcción política que fortalece uno de los procesos de participación más hermosos que ha visto nacer nuestro país. Reafirmamos nuestro compromiso para avanzar por más y mejores derechos. Somos históricas. ¡Haremos que sea ley!

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