Las políticas de exclusión, criminalización de la pobreza y desprotección de los sectores más vulnerados —como las personas sin trabajo, las personas con discapacidades, quienes viven en barrios populares, los jubilados y jubiladas, entre otros— son usadas en nombre de una idea distorsionada de libertad, orden y prosperidad.

Por Marta Alanis

Este 7 de agosto, día de San Cayetano, todos los sectores que vienen tomando la calle para protestar por la insensibilidad del gobierno se unen y marchan junto a gente de fe que cada año realiza una larga procesión desde Liniers hasta Plaza de Mayo.

San Cayetano nos ayudará, seguramente. Nos está ayudando a unirnos a los diferentes sectores afectados por la política del odio. Pero lo que debemos comprender es que no se trata sólo del odio de una persona desquiciada. Hay algo más terrible: mientras no se hacen cargo de las consecuencias del cambio climático, sus políticas son de exterminio. Están haciendo de este mundo un lugar menos habitable, diseñado a medida de los poderosos, donde la vida sólo es posible para quienes pueden pagarla.

Convencidas de que el amor ayudará a curar las heridas de tanta injusticia, nos ocupamos de conocer experiencias que ocurren —parecidas algunas, iguales otras— en muchas regiones del mundo. No se trata de que intenten desde el poder meternos miedo, sino de que intentan llevar adelante un plan de exterminio de los más vulnerables.

En Argentina las calles no están llenas de cadáveres, único indicador que reconoce el gobierno para asegurar que la gente no se muere de hambre. Morir en las carreteras por falta de mantenimiento; morir por enfermedades curables, por mala alimentación, por no tener un techo; por sufrir violencia; por comer de la basura; por tener ingresos escasos tras una jornada de trabajo; por desesperación; por angustia, es también morir de hambre.

Estamos asistiendo a un genocidio por goteo. Es mucho lo que le pedimos a San Cayetano.

Construir un gran frente que nos una a todes para lograr una verdadera democracia y oponernos con fuerza al fascismo que avanza es la tarea.