Un Estado Laico es garantía de acceso a derechos en igualdad. Legislar más allá de las creencias individuales, es bregar por una sociedad más justa y soberana. Como mujeres católicas, nos manifestamos por el respeto a la diversidad de creencias, defendiendo el Estado Laico como garante de derechos hoy más que nunca.
Un Estado Laico es premisa de igualdad y respeto a la diversidad de creencias. Consideramos que las creencias personales no deben interferir y obstaculizar las leyes y políticas públicas. Un Estado Laico significa igualdad y espacio para que todas las voces sean escuchadas, en el camino de asumir la responsabilidad en el acceso y conquista de derechos para todas las personas.
El Concilio Vaticano II reconoce el Estado Laico como premisa de autonomía y fundamento de libertad de los pueblos. La soberanía de los Estados, constituye garantía de derechos para todas las personas independientemente de sus creencias. Es un avance en términos de ciudadanía y libertad. Los Estados tienen el deber de garantizar y acompañar las diferentes opciones ante embarazos no intencionales.