Este mes, en la Feria del Libro de Córdoba presentamos Teologías feministas: espiritualidades en resistencia, una obra que nos invita a leer la fe desde los cuerpos, las memorias y las luchas de mujeres y diversidades. Lejos de los discursos patriarcales que han silenciado y disciplinado voces, este libro abre una conversación necesaria sobre cómo las espiritualidades pueden cuestionar la misoginia religiosa, desarmar violencias sacralizadas y habilitar nuevas formas de habitar la fe con libertad, dignidad y justicia.
La presentación —realizada el 14 de octubre en la Carpa Central “Leonor Allende”— convocó al auditorio para escuchar las reflexiones de Natalia Rodríguez y Luján Farfán Ramos, coordinadoras del Área de Diálogo Ecuménico e Interreligioso de CDD Argentina, junto a Lucas Leal, autor de Creyentes y diverses. Acompañó nuestra directora ejecutiva, Pate Palero, junto a compañeras de la organización, celebrando colectivamente este nuevo capítulo en la construcción de pensamiento crítico y espiritualidades feministas en nuestra región.
«¿Qué representaciones de las mujeres circulan en los lenguajes de la fe?», «¿Cómo los feminismos reescriben la cristología y las teologías tradicionales?», «¿De qué modo las creencias pueden habilitar desobediencias frente a las violencias y desigualdades?», fueron algunas de las ideas que circularon y fuimos desentramando a lo largo de la presentación.
También hablamos sobre cuerpos y autonomía; de espiritualidades populares; de la potencia de habitar la fe sin renunciar a la libertad; y de ese gesto profundo que implica, como señaló una de las voces, “permeabilizar fronteras y reconocernos entre creyentes y feministas”.
La conversación con Lucas Leal tejió sentidos entre el pensamiento teológico con las experiencias LGBTIQ+, recordándonos que la fe también es un derecho y que las vidas diversas tienen lugar —y palabra— en las comunidades creyentes. Sus reflexiones sumaron un puente vital entre teología, deseo y verdad vivida: espiritualidades que sanan, cuidan y nombran el mundo desde la dignidad.
La presentación cerró con un clima de reflexión y apuesta política: seguir abriendo caminos, sostener una teología que nombra las violencias, pero sobre todo que invita a imaginar posibilidades. Porque cada vez que las mujeres y diversidades pensamos la fe desde nuestros cuerpos e historias, la esperanza se vuelve acto y organización.


