Desde la Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir repudiamos enérgicamente la condena judicial que mantiene presa a Belén desde hace 26 meses luego de haber tenido un aborto espontáneo en un Hospital de la provincia de Tucumán en Argentina.
Como mujeres católicas, feministas y defensoras de los derechos humanos de las mujeres, estamos convencidas que este tipo de sentencias judiciales evidencian la alta injerencia de las jerarquías religiosas en la normativa vigente, así como la fragilidad del laicismo al interior de los Estados, impactando desproporcionadamente sobre las vidas de las mujeres, su soberanía reproductiva y su libertad ambulatoria. Este caso no representa un hecho aislado en América Latina. Lo ocurrido con María Teresa Rivera en El Salvador, condenada a 40 años de prisión y liberada luego de la anulación de su condena, es sólo otro ejemplo de los miles que se suceden a lo largo y a lo ancho del continente y que representan francas violaciones a los derechos de las mujeres en el acceso a servicios y un tratamiento humanizado de las diferentes situaciones a las que nos enfrentamos.
Hace unas semanas, el Comité de Derechos Humanos de la ONU difundió sus observaciones finales sobre el cumplimiento del Estado argentino del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. En el documento recalcó, entre otros aspectos, la necesidad de revisar el caso de Belén a la luz de los estándares internacionales en la materia, con miras a su inmediata liberación y en camino a considerar la descriminalización del aborto.
Validar desde el Poder Judicial la violación de la confidencialidad médico-paciente alentando que profesionales de la salud delaten a quienes buscan ayuda sanitaria en situación de aborto – sea provocado o espontáneo – equivale a deshumanizar la atención de la salud y a enfrentar a las mujeres al dilema: cárcel o muerte. En este sentido, un Poder Judicial que privilegia cosmovisiones religiosas o morales personales de los Magistrados por sobre los estándares de Derechos Humanos vigentes, implica un mensaje disciplinador inaceptable para todas las mujeres y profundiza las desigualdades sociales.
Privar de libertad a quien tiene un aborto espontáneo implica castigar a una mujer cuyo cuerpo expulsó de manera natural un embarazo y constituye una violación a los derechos de las mujeres y a su salud física y mental, alejándolas de toda posibilidad de justicia reproductiva, consolidando la subordinación y profundizando el orden patriarcal que impone, sobre todo en sectores populares, abortos inseguros o maternidades forzadas como únicas alternativas.
Entendemos que la criminalización del aborto pone en grave riesgo la vida, la salud y la libertad de las mujeres, y es por ello que, desde la Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir INSTAMOS Y EXIGIMOS a las autoridades correspondientes la inmediata libertad para Belén, condenada a ocho años de prisión en un proceso judicial irregular que no amparó ninguno de sus derechos como persona.
RED LATINOAMERICANA DE CATÓLICAS POR EL DERECHO A DECIDIR
Contacto de prensa: Soledad Deza (CDD Argentina) (0381) 153510570 / 155854945
English version
STATEMENT FROM THE CATÓLICAS POR EL DERECHO A DECIDIR (CDD) LATIN AMERICA NETWORK ON THE CASE OF BELÉN, A YOUNG WOMAN JAILED IN ARGENTINA FOLLOWING A MISCARRIAGE
The CDD Latin America network condemns the court judgment in the case of Belén, who continues to serve time in prison 26 months after her miscarriage in a hospital in the Province of Tucumán, Argentina.
As Catholics, feminists, and defenders of women’s human rights, we maintain that this type of court judgment shows the strong interference of religion in existing legislation and the weak division of church and state in the provinces, aspects that disproportionately impact women’s lives, including their reproductive sovereignty and freedom. This is not an isolated case in Latin America. The case of María Teresa Rivera in El Salvador, who was sentenced to 40 years in prison and subsequently released, is another example of the thousands of cases that occur across the region, representing an extreme violation of women’s rights to access health services and necessary treatments.
Recently, the UN Human Rights Committee published its findings on Argentina’s human rights record and its implementation of the International Covenant on Civil and Political Rights. The document emphasized, among other points, the need to review Belén’s case within the context of relevant international standards, focusing on her immediate release while also pushing for decriminalizing abortion.
Rulings in cases like Belén’s are judicial validation of the violation of doctor-patient confidentiality, and enable healthcare professionals to report women seeking medical attention following an elective or spontaneous abortion. This is tantamount to the dehumanization of health services, and forces women to face a dire choice: jail or death. A judicial system that privileges the religious or moral world views of individual members of the court over international human rights standards represents a miscarriage of justice for all women, and further exacerbates existing social inequality.
Imprisoning women that have had a miscarriage means punishing women whose bodies have naturally expelled their pregnancy. This violates a woman’s right to physical and mental health, removes any possibility of reproductive justice, reinforces women’s subordination, and deepens the patriarchal structure that creates conditions- particularly within low-income communities- where the only choice women have is between an unsafe abortion or forced motherhood.
Criminalizing abortion puts women’s health, life, and liberty at risk. The CDD Latin America network DEMANDS Belén’s immediate release from prison and the overturn of her eight-year prison sentence, which is the outcome of an irregular judicial process that did not recognize any of her inherent human rights.
RED LATINOAMERICANA DE CATÓLICAS POR EL DERECHO A DECIDIR